Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor
Misa del Día
4 de abril de 2010
Plegarias ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 138, 18. 5-6 He resucitado y aún estoy contigo, has puesto sobre mi tu mano: tu sabiduría ha sido maravillosa, aleluya. ACTO PENITENCIAL El Señor Jesús, a quien esperamos, nos invita siempre a la paz y a la reconciliación y muy especialmente en este Tiempo Pascual. Usando su misma generosidad nosotros nos reconocemos pecadores. Señor, Tú que resucitaste para salvarnos, Señor ten piedad Señor ten piedad Señor, Tú que nos envías a tu Espíritu para que actuemos en paz y con amor, Cristo ten piedad. Señor, Tú que vienes al mundo a hacerlo más justo y solidario, Señor ten piedad. ORACIÓN COLECTA Señor Dios, que este día has abierto las puertas de la vida por medio de tu Hijo, vencedor de la muerte; concédenos, al celebrar la solemnidad de su resurrección, que, renovados por el Espíritu, vivamos en la esperanza de nuestra resurrección futura Por Nuestro Señor Jesucristo. ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS Rebosantes de gozo pascual, celebramos, Señor, estos sacramentos en los que maravillosamente ha renacido y se alimenta tu Iglesia. Por Jesucristo Nuestro Señor PLEGARIA EUCARÍSTICA El Señor esté con vosotros Levantemos el corazón Demos gracias al Señor nuestro Dios
Padre Nuestro, eres digno de toda alabanza. Cuando miramos el mundo y su historia Descubrimos tu presencia y tu Espíritu, sobre todo en este Tiempo de Pascua, cuando tu Hijo ha resucitado. Tú eres, Dios Padre, el gran Pastor del universo has trazado el sendero de los astros; luces inmensas que caminan por los espacios formando el incontable rebaño de las estrellas. Tú eres quien abre la puerta del aprisco de los vientos, que, unas veces, se desatan huracanados y, otras, acarician los trigos suavemente. Tuyas son las estaciones que obedecen tu llamada, Como ovejas que aman a su Pastor.
Eres digno de bendición por la esperanza que nos comunicas cada primavera, --¡la Pascua florida que nos anuncia que Jesús ha resucitado!--, los prados, los ríos, los insectos, los pájaros, las flores, los cereales, las hortalizas nos sugieren que el duro invierno de la vida puede llegar a ser vencido. Lo viejo, lo caduco, lo estéril, el olmo seco, Puede regenerarse con la gracia que resucitó a tu Hijo. Y es que donde no había esperanza de cosecha descubrimos que de nuevo podemos esperar frutos.
La misma fuerza de liberación que alimentas en cada uno de nosotros, y en todos los pueblos, es un poema de amor que te ofrecemos, Padre de todos los hombres y mujeres, con este canto de alabanza SANTO, SANTO, SANTO
ANTÍFONA DE COMUNIÓN 1 Cor 5, 7-8 Ha sido inmolado, nuestra víctima pascual, Cristo; celebremos, pues, la Pascua con los panes ázimos de la sinceridad y la verdad. Aleluya. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Protege, Señor, a tu Iglesia con amor paternal, para que, renovada por los sacramentos pascuales, llegue a la gloria de la Resurrección. Por Jesucristo Nuestro Señor
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