Domingo XXII del Tiempo Ordinario
30 de agosto de 2009
Misa Familiar
Prepara: Javier Leoz 1. MONICIÓN DE ENTRADA Nos encontramos ya en el último domingo de agosto. ¡Cómo pasa el tiempo! Pero, el Señor nos acompaña en ese caminar. Y es que, como cristianos, estamos llamados a seguirle y a sentirle cerca. ¿Es así? ¿Lo sentimos? Escuchemos entonces su Palabra y le demos gracias porque, algo bueno tiene el pan, cuando el Señor quiso hacer de él algo sagrado cuando lo convierte en su Cuerpo. Comencemos esta celebración. 2. PENITENCIAL 2.1. Por desconocer tus mandamientos y no cumplirlos. Señor, ten piedad 2.2. Por no respetar tus leyes y pensar que, el no cumplirlas, no nos aleja de Ti. Cristo, ten piedad 2.3. Por pensar que, con amarte, ya es suficiente. Señor, ten piedad 3. MONICIÓN A LAS LECTURAS Es bueno que, siempre, tengamos personas, medios de comunicación, sacerdotes, profetas que nos recuerden cómo y de qué manera amar al Señor. Y es que, a veces, olvidamos todo lo referente a Dios. Estas lecturas que vamos a escuchar nos hablan de eso: hay que amar al Señor con sinceridad, con verdad pero, ojo, no olvidemos que sus Leyes son camino para llegar hasta El. 4. ORACIÓN DE LOS FIELES 4.1. Una oración por la Iglesia. Que anuncie siempre la verdad del Evangelio. Roguemos al Señor. 4.2. Una oración especial por los sacerdotes. Que no se cansen a pesar de las dificultades, de anunciar el Reino de Jesús. Roguemos al Señor. 4.3. Una oración por aquellos que han olvidado los mandamientos del Señor. Que vuelvan al buen camino. Roguemos al Señor. 4.4. Una oración sentida por los enfermos. Para que descubran la solidaridad de aquellos que más cerca viven con ellos. Roguemos al Señor. 5. OFRENDAS 5.1. Con los 10 MANDAMIENTOS queremos expresar nuestro deseo de amar a Dios con todas las consecuencias. 5.2. Con la palabra AMOR queremos resumir la Ley que nos trajo Jesús: el amor que Dios nos tiene 5.3 Con el PAN y el VINO damos gracias a Dios por este Año Sacerdotal. Que nunca nos falte la eucaristía de cada domingo, de cada día. 6. ORACIÓN FINAL TU ERES LA LEY, SEÑOR El amor que se entrega La Palabra de Dios encarnada El Hijo de Dios vivo TU ERES LA LEY, SEÑOR Hablas con amor y por amor Te acercas al hombre en su preocupación Curas al enfermo y ayudas al pobre Miras al corazón de las personas TU ERES LA LEY, SEÑOR Quieres a todos por igual No te fijas en las apariencias Valoras la sinceridad de los que te siguen TU ERES LA LEY, SEÑOR
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