V Domingo de Cuaresma
29 de marzo de 2009
Plegarias ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 42, 1-2 Hazme justicia, oh Dios, defiende mi causa, contra gente sin piedad; sálvame del hombre traidor y malvado. Tú eres mi Dios y protector. ACTO PENITENCIAL Jesús, Hijo de Dios, tú que nos pides que demos mucho fruto, disculpa nuestras faltas de egoísmo y de pereza, Señor Ten Piedad Jesús, Unigénito del Padre, tú que nos anuncias que todos seremos atraídos hacia ti, perdona nuestros pecados de falta de fe. Cristo Ten Piedad Jesús, que reinas con el Padre y el Espíritu, no tengas en cuenta los delitos de falta de amor y olvida la capacidad malvada que tenemos para hacer daño al hermano, Señor Ten Piedad ORACIÓN COLECTA Te rogamos, Señor Dios nuestro, que tu gracia nos ayude, para que vivamos siempre aquel mismo amor que movió a tu Hijo a entregarse a la muerte por la salvación del mundo. Por Nuestro Señor Jesucristo ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS Escúchanos, Dios todopoderoso, tú que nos has iniciado en la fe cristiana, y purifícanos por la acción de este sacrificio. Por Jesucristo Nuestro Señor PLEGARIA EUCARÍSTICA El Señor esté con vosotros Levantemos el corazón Demos gracias al Señor nuestro Dios
Padre nuestro, ¡eres amor, fortaleza y ternura para nosotros! No cesas de querernos, nos llamas noche y día te empeñas en que nos realicemos como hombres y como cristianos. ¿De quién, sino de Ti, nos vienen los deseos de cambio, de reforma de vida, de dar la vuelta al corazón y rehacer todo desde el fondo? Esa es nuestra misión en esta Cuaresma que ya temrina
Queremos poner la mano en el arado, con decisión; seguir el estilo de vida nueva, sin volver la vista atrás; retornar a la opción bautismal, sin dar paso al desaliento.
Mira como el corazón quiere retornar a la Palabra; todo nuestro ser tiembla por el gozo de la regeneración presentida. Y así, a lo largo de esta cuaresma, la practica diaria de conversión ha sido, es y será nuestra alabanza. Bendición que ahora adelantamos, Uniendo nuestros esfuerzos y voces SANTO, SANTO, SANTO
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Jn 12, 24-25 Os aseguro que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere da mucho fruto. ORACIÓN PARA DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Te pedimos, Dios todopoderoso, que nos cuentes siempre entre los miembros de Cristo, en cuyo Cuerpo y Sangre, hemos comulgado. Por Jesucristo Nuestro Señor.
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