Ya hemos publicado en otras ocasiones las estampas que crean las hermanas benedictinas de Alba de Tormes, en Salamanca, España. Ahora nos envian un precioso calendario ilustrado con letras capitulares del taller del monasterio. Los reversos de las hojas del calendario tienen grabados antiguos de la Vida de Jesús. Se trata, desde luego, de una producción única de gran belleza. Las monjas benedictinas de Alba de Tormes tienen estas producciones de calidad como único medio de subsistencia. Incluimos tres frgamentos del citado calendario en esta página. Su telefono directo en Salamaca es (00 34) 923 30 01 10. Y su email: labora@monteben.com 1.- LA SAGRADA FAMILIA PARA HOY Por Javier Martí Ballester
La primera escuela es la familia, y nadie la puede sustituir. Ese principio del derecho natural que a los poderes de hoy les cuesta tanto entender y sobretodo, practicar, porque les impide manipular. Al niño hay que enseñarle el respeto a todos; el deber de dar gracias, que a él ni le nace, ni lo comprende, porque cree que todo se lo merece y que todos han de estar a su servicio y así crecerá y de mayor e incluso con cargos de responsabilidad y de relumbre, incurrirá en defectos enormes de ingratitud, de ignorancia de lo que se debe a quienes le educaron o a los que le han prestado un servicio con sacrificio y, ni se les da una explicación por la pérdida de papeles o, si se pidieron, en fuerza de autoridad, ni razonar la no publicación, ni agradecer el trabajo y, tal vez el sacrificio, que supuso su cumplimiento. Al niño no se le hizo ver que hay que agradecer y que no todos deben estar a su servicio por su cara bonita. LOS PROBLEMAS La Sagrada Familia también, como la familia de hoy, tuvo que afrontar y convivir con grandes problemas; con una dramática situación en cada uno de sus miembros: un padre que biológicamente no lo era; una madre que no era esposa plena; y un hijo que rebasaba la dependencia natural. A ella deben acudir las familias de hoy para aprender a vivir el amor y el sacrificio, conscientes de que la gracia del sacramento del matrimonio fortalece a los esposos para sacrificarse el uno por el otro, y ambos por los hijos.
"Este será como una bandera discutida. Y a ti una espada te traspasará el alma" Lucas 2, 22. Desde esa profecía dolorosa hay que contemplar las dificultades que hoy encuentra la familia: Equivocada independencia de los esposos entre sí; intercambio aberrante de parejas; casos raros de parejas de hecho; ambigüedad ante la autoridad sobre los hijos; dificultades para transmitir los valores humanos y cristianos. El divorcio, el aborto, el recurso cada vez más frecuente a la esterilización, la mentalidad anticonceptiva, de tantas formas utilizada y normalmente justificada. EMIGRANTES POLITICOS "Levántate, coge al Niño y a su madre y huye a Egipto; quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo" Mateo 2,13. "Llamé a mi hijo para que saliera de Egipto". José, hijo de David, entronca, como padre legal, a Jesús, con las promesas de Dios a David, transmitidas por los Profetas. San Mateo nos narra la prolongación de Israel en Jesús. Israel, que es Jacob, bajó de Palestina a Egipto. Conocemos la historia de José. Multiplicada la familia, permanece en Egipto cuatrocientos años, la mayor parte de ellos, en esclavitud. Yahvé los libra por medio de Moisés. Como el pueblo de Israel, Jesús baja también con sus padres a Egipto y hace su Éxodo atravesando el desierto. José, el hijo preferido de Jacob, fue exiliado a Egipto por la envidia de sus hermanos, como Jesús por la de Herodes y, como nuevo Moisés, viene a salvar a su pueblo de la esclavitud
Para obviar estas y otras dificultades, es precisa e indispensable una catequesis clara y positiva, el recurso a la austeridad, la ascesis constante propia de una vida cristiana llena y contagiante, y la oración incesante para que no nos deje caer en la tentación. Difícilmente superarán los cristianos de hoy todas esas asechanzas, sin el recurso a la intercesión de la Sagrada Familia y al establecimiento en el propio hogar de aquel clima humano y celestial, feliz y sencillo, lleno de pruebas y privaciones, de candor y del sudor del trabajo y también de poesía, en el ambiente de Nazaret. DIOS ES TRINIDAD DE AMOR Dios no es el Absoluto Solitario. Dios es Trinidad de Amor, como cantó San Juan de la Cruz: "¡Qué bien sé yo la fonte que mana y corre, - aunque es de noche! (El Padre). La corriente que nace de esta fuente, - bien sé que es tan capaz y omnipotente, - aunque es de noche (El Hijo). La corriente que de estas dos procede, -sé que ninguna de ellas le precede, -aunque es de noche. (El Espíritu Santo).
Bien sé que tres en sola una agua viva, residen, -y una de otra se deriva, -aunque es de noche". "Tres Personas y un Amado -entre todos tres había; -y un amor en todas ellas, -y un amante las hacía, -y el amante es el Amado - en que cada cual vivía". LA FAMILIA ES EL REFLEJO DE ESA TRINIDAD
Si el origen de la familia es la vida trinitaria, encontraremos lógica la conducta que pregona Pablo en su carta a los Colosenses: misericordia entrañable, bondad, humildad, dulzura, comprensión. Tolerancia, perdón, y sobre todo, amor. Es la vida divina la que el cristiano tiene que reflejar. Y para conseguir esa fuerza, la celebración de la Eucaristía, la meditación de la Palabra en toda su riqueza, los cantos, la oración de acción de gracias, la recitación de los salmos, himnos y cantos inspirados, la enseñanza, la exhortación y el trato humano y pedagógico de los padres y la obediencia de los hijos. Nadie ignora que la familia hoy encuentra dificultades pero el sacrificio, la cruz, que son "elementos inevitables de la existencia humana, se convierten en factores de crecimiento personal" señala la Evangelium vitae. La Sagrada familia es el modelo de virtudes de todas las familias, de los emigrantes, también de los trabajadores. Y nos enseña a evitar los peligros modernos de la familia: La disgregación, el aborto, la violación y el abandono de los niños. Leemos en el libro del Eclesiástico 3,3: "El que respeta a su padre tendrá larga vida, al que honra a su madre el Señor lo escucha". Este texto es un buen testimonio de la doctrina y de las costumbres del judaísmo, que Ben Sirá mantendrá contra el proceso de helenización, impuesto por Antíoco. Humanista en toda su doctrina, acentúa especialmente la apología del cuarto mandamiento: el honor, el respeto y el cariño al padre y a la madre: "No abandones a tu padre mientras viva... no lo abochornes, mientras vivas". Ya el Éxodo había impuesto al pueblo el precepto humano y divino: "Honra a tu padre y a tu madre, para que se prolonguen tus días sobre la tierra" (Ex 20,12). Y Tobías aconsejaba a su hijo: "Honra a tu madre y no le des un disgusto en todos los días de su vida... Acuérdate de que ella pasó muchos trabajos por ti cuando te llevaba en su seno" (Tb 4,3). Tened la seguridad de que "el Señor escucha al que honra a su madre". Podemos considerar a la Sagrada Familia en sus diversas etapas: crianza y educación del Niño Jesús. La monotonía del trabajo diario, duro y constante. Son pobres y si no trabajan no pueden comer. María lleva la casa: lavar, hacer la comida, asear el hogar, moler el grano, hacer la compra, amasar el pan y cocerlo, visitar a algún enfermo, ayudar a alguna vecina. San José, en su carpintería, y en las casas que le reclaman: arados, mesas, construir ventanas, hacer de albañil y de herrero y también cultivar su pequeño huerto de verduras. Jesús, aprendiendo y ayudando a su padre. Monotonía, fatiga, cansancio, actividad sin brillo, ordinaria, vulgar con música callada al fondo. Y el misterio de la vida oculta de Nazaret, donde José y María ven crecer al Niño en edad, en sabiduría y en gracia. El misterio del cuidado de Jesús, criarle, alimentarle, trabajar para él, vestirle y educarle. Y viendo cómo ese niño, que es su hijo, que es su Dios, les obedece y se les confía, y oran juntos, y juntos van a la sinagoga, y leen los libros sagrados, y juntos pasean y se distraen y juntos trabajan. Y juntos aman, y juntos viven y juntos redimen al mundo. ¡Qué maravilla y cuánto amor! Modelo y estampa para reproducir en todos los hogares, talleres, en los campos, en las carpinterías, en las oficinas y laboratorios, en las consultas y en cualquier lugar donde los hombres trabajan. Y pidamos a Dios que todas las familias tengan una casa donde vivir, un techo que les proteja. EL MUNDO HOY Nos horroriza el estado del mundo actual. En el fondo de todo, el odio, la soberbia, la envidia, la venganza, la crueldad, la intolerancia. Caín en acción: "¿Dónde está tu hermano? - No sé. ¿Soy yo el guardián de mi hermano? La sangre de tu hermano me está gritando desde la tierra hasta mí" (Gn 4,9). ¿Ha progresado el género humano? En ciencia, en técnica, en confort, ciertamente sí. En humanidad, en civilización, en ética, permanece en la edad de piedra. "El siglo XX será considerado una época de ataques masivos contra la vida, una serie interminable de guerras y una destrucción permanente de vidas humanas inocentes. Los falsos profetas y los falsos maestros han logrado el mayor éxito posible" (Evangelium vitae). La cifra horripilante nos espanta: noventa millones de abortos al año. La sangre de esos niños, torturados en el seno de sus madres, que, como nuevos herodes exterminan a sus propios hijos, ¿cómo no va a gritar a Dios, Padre de todos? "Por eso te maldice esta tierra, que ha abierto sus fauces para recibir de tus manos la sangre de tu hermano. Aunque cultives la tierra, no te dará ya sus frutos" (Gn 4,11). Y "¿cómo no pensar también en la violencia contra la vida de millones de seres humanos, especialmente niños, forzados a la miseria, a la desnutrición y al hambre, violados, exterminados en las calles, empleados en hacer la guerra, sin tener acceso a una mínima instrucción?" (EV). Por eso ¡qué lejos está el mundo actual de ser dichoso consecuencia de temer al Señor y seguir sus caminos! ¡De poder comer el fruto de sus trabajos; de considerar como bendición del Señor a la mujer como parra fecunda y a sus hijos como brotes de olivo alrededor de su mesa! Salmo 127. "Levántate, coge al niño y a su madre, y vuélvete a Israel". Volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret". "El niño iba creciendo y robusteciéndose, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios lo acompañaba" (Lc 2,40). Jesús ha venido a traernos la verdadera humanidad, la civilización verdadera, la cultura del amor. Ha venido para revelarnos sus orígenes eternos. PABLO VI EN NAZARET
Y llegó la hora final del padre de aquella familia: Murió San José, rodeado por el cariño y dulzura de María, su esposa, y de la ternura de su Hijo, Jesús. Despedida dolorosa, ¡le aman tanto! ¡Le deben tanto! De la paz de Nazaret, a la paz eterna, por los méritos infinitos de su Hijo y la compañía singular de María, su mujer. Jesús, José, María, imagen de la Trinidad en la tierra, conceded a todas las familias del mundo ser un reflejo vuestro, por la sangre derramada de Cristo, vuestro Hijo Crucificado y glorificado en los cielos. LA VOCACION DEL AMOR Dios crea al hombre y a la mujer y les imprime la vocación, y con ella, la capacidad y responsabilidad del amor y de la comunión, a imagen de la Trinidad, de cuyo amor el matrimonio es la expresión y la prolongación. El amor es la vocación fundamental e innata de todo ser humano, en alma y cuerpo, que en el amor espiritual tiene también su parte. Por eso el matrimonio de los bautizados adquiere el carácter de un gran signo, o, como dice San Pablo, "un misterio grande", que se convierte en el símbolo real de la alianza nueva y eterna en la sangre de Cristo. "Un misterio grande en orden a Cristo y a la Iglesia". El Espíritu del Señor renueva el corazón y hace al hombre y a la mujer capaces de amarse, como Cristo nos amó. Por el poder de la gracia alcanza el amor su plenitud, en la caridad conyugal, modo propio y específico con el que los esposos están llamados a vivir la misma caridad de Cristo, que se da y se ofrece en la cruz. SE MULTIPLICA EL AMOR Pero el amor de los esposos no se agota en ellos mismos, sino que les hace cooperadores de Dios del don de la vida a otras personas humanas. Cuando los esposos se convierten en padres reciben de Dios una nueva responsabilidad, y su amor paterno se convierte en signo visible del amor de Dios, de quien proviene toda paternidad. De este amor proviene la familia y en ella nacen un conjunto de relaciones, padres-hijos-hermanos, mediante las cuales toda persona humana es introducida en la familia humana, y en la familia de Dios, la Iglesia, que encuentra en la familia , nacida del sacramento, su cuna y el lugar donde se anuncia el evangelio de la manera más eficaz y duradera. La Iglesia doméstica. ¡Nazareth! ¡Nazareth! Centro de Dios. Centro del mundo. Fuego que baja a encender corazones que se den, en total consumación, a El, a El, a El. Y la hondura y honradez, la lealtad y la fe, que se respira en la pobre Casita de José: Casita de José: Casita de José: horas de paz y amor, Casita de José: horas de duda y dolor. Casita de José: prudencia y fidelidad. Casita de José: muerte dichosa, final enamorado, flor que se abre al color de otro cielo y de otra tierra y de otra casa nueva, de jaspe turquesa. LA REALIDAD
El techo es de madera. Las vigas eran caras, pero no faltaban en la casa de un carpintero. La terraza que se empotra en la roca de la montaña y limita con las de los vecinos. El suelo es de barro.
2.- EL «CAMAURO» DEL PAPA BENEDICTO XVI Por Jesús Martí Ballester
PIO XII Y EL CAMAURO
EL PALIO DEL RATZINGER, GRAN INTELECTUAL
OTRO PROFESOR DE SALAMANCA
LA ELECCION OPORTUNA Los cardenales lo han considerado el hombre idóneo para solventar los problemas a los que la Iglesia se enfrenta en este momento de su historia. Quizá la explicación más plausible la diera el propio cardenal George: «En 1978, cuando Wojtyla fue elegido Papa, nuestro desafío principal venía del este, en la forma del comunismo soviético. Hoy, los retos provienen de la misma sociedad occidental, y Benedicto XVI es un hombre nacido y crecido en dicha sociedad, cuya cultura e historia conoce a la perfección». La llamada de Ratzinger a resistir la dictadura del relativismo» occidental tiene mucho en común con el enfrentamiento de Juan Pablo II con las dictaduras marxistas de la Europa oriental. Del mismo modo que la resistencia al poder soviético fue el rasgo definitorio de la primera etapa del mandato de Wojtyla, es probable que la resistencia al relativismo sea el arco de bóveda de este pontificado. Como Benedicto XVI, Ratzinger inicia su pontificado con un historial muy extenso a sus espaldas. Frente a los que predicen un papado de línea dura, quienes lo conocen bien subrayan el contraste entre su imagen de personaje intratable y crispador con su natural amable y generoso. Lo definen como alguien que sabe escuchar y trabajar en equipo. Ratzinger es efectivamente es un Pontífice simpático y gentil. BENEDICTO XVI
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